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Rusia se abstuvo en votación para otra fuerza en Haití y advierte una aventura peligrosa y mal planificada

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó este martes una resolución presentada por Estados Unidos y Panamá para transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en una nueva fuerza destinada a combatir las pandillas en Haití.

Durante la sesión, el representante de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, dijo que su país decidió abstenerse en la votación, cuya resolución contó con 12 votos y tres abstenciones.

Señaló que el factor decisivo fueron las peticiones de las autoridades haitianas y de los Estados vecinos, que instaron a no obstaculizar la adopción del documento. Sin embargo, advirtió que Moscú mantiene serias reservas sobre la propuesta.

El diplomático ruso cuestionó que el Consejo de Seguridad esté siendo “empujado una vez más a una aventura peligrosa y mal planificada” y recordó que, a su juicio, las misiones anteriores impulsadas por la ONU en Haití no han generado resultados positivos.

“Hagamos hincapié en que no discutimos la necesidad de medidas internacionales decisivas para combatir la delincuencia en este país que sufre desde hace mucho tiempo, un país que desde hace varios años se encuentra en una profunda crisis y pide ayuda”, dijo.

“Lamentablemente las herramientas de asistencia internacional a Haití impulsadas por el Consejo no han producido ningún resultado sostenible y tenemos todas las razones para creer que esta nueva misión, bajo otro gran título, no ha producido ningún resultado sostenible”, indicó.

Y agregó: “Hace dos años dimos luz verde a la creación de la MSS, pese a nuestras preocupaciones, que lamentablemente se confirmaron”.

El diplomático ruso reconoció el compromiso de Kenia y de otros países de la región que enviaron tropas a Haití.

No obstante, responsabilizó a los donantes internacionales de incumplir sus promesas de financiamiento, lo que habría limitado la capacidad de la misión y permitido el deterioro de la situación en el país.

El representante ruso también criticó la nueva fuerza aprobada por el Consejo, a la que describió como una misión con un mandato “prácticamente irrestricto” para el uso de la fuerza contra grupos definidos de manera vaga como “pandillas”.

Cuestionó la falta de un plan claro de financiamiento voluntario a largo plazo, así como las dudas sobre cómo se conformará el contingente de 5,500 efectivos.

Además, rechazó la posibilidad de utilizar el presupuesto regular de la ONU para sostener la operación, en un contexto de crisis financiera dentro de la organización.

“Otro tema es la propuesta de utilizar el presupuesto regular de la ONU para el apoyo operativo y logístico de esta fuerza en el contexto de la crisis financiera de la organización causada en gran medida por las acciones irresponsables de su mayor contribuyente que espera una financiación significativa para una nueva iniciativa que existe solo en el papel y carece de una base estable”, dijo.