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Urge construir el acueducto Jamao-Moca ante riesgo inminente de colapso del suministro de agua

La provincia Espaillat, en especial su municipio cabecera Moca, enfrenta una seria amenaza a corto plazo: quedarse sin agua potable. Ante esta preocupante realidad, diferentes sectores sociales y comunitarios han levantado su voz para exigir con urgencia la construcción del acueducto Jamao-Moca, como medida preventiva ante el agotamiento operativo del actual sistema del Acueducto Cibao Central.

El Acueducto Cibao Central, que hoy abastece de agua a Moca y a otros pueblos del norte, fue inaugurado por el expresidente doctor Joaquín Balaguer el 30 de abril de 1994, con una proyección de vida útil de 20 años. Han pasado más de 30 años desde entonces, y el sistema, que fue diseñado para una población mucho menor, ha sobrepasado su capacidad de carga.

Desde 1994 hasta hoy, Santiago, la segunda ciudad en importancia del país y también dependiente de este sistema, ha multiplicado su población más de veinte veces, con un crecimiento urbanístico, industrial y demográfico sin precedentes. Este crecimiento ha llevado a una sobredemanda del recurso hídrico que pone en riesgo el suministro actual de agua para Moca.

Expertos advierten que, en un escenario cercano, Santiago podría absorber todo el suministro del sistema Cibao Central, dejando a Moca y comunidades de la provincia Espaillat sin acceso regular a agua potable.

Este potencial colapso del servicio no solo afectaría la vida cotidiana de miles de familias, sino también el desarrollo agrícola, comercial e industrial de toda la región.

En ese contexto, la construcción de un nuevo acueducto desde Jamao al Norte hacia Moca, se plantea como una necesidad impostergable. Este proyecto estratégico garantizaría una fuente alternativa de abastecimiento y colocaría a la provincia en una posición más segura y autosuficiente en materia de agua potable.

Líderes comunitarios, técnicos en recursos hídricos y representantes de organizaciones sociales, hacen un llamado urgente al gobierno central, a través del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) y del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, para que incluyan este proyecto dentro de las prioridades de inversión pública a corto plazo.

Moca, como ciudad dinámica y en constante expansión, no puede correr el riesgo de una crisis hídrica de gran escala. El agua es vida, desarrollo y dignidad. Apostar a la construcción del acueducto Jamao-Moca es anticiparse a una tragedia anunciada y garantizar un futuro estable para la provincia Espaillat. En 1973, fue la primera vez que el gobierno nacional, construye un acueducto para la ciudad de Moca. Desarrolla una obra de toma localizada en el río Yaque del Norte, en la sección la Ceibita del Municipio de Santiago, con una planta de tratamiento con capacidad para 0.50 metros cúbicos por segundo de agua.

Al cabo de 20 años este acueducto carecía de la posibilidad para suplir la dotación necesaria porque la población de la Provincia Espaillat creció de manera significativa y el acueducto había llegado a la etapa final de su vida útil.

Ante la necesidad para la obtención del líquido vital, la comunidad de Moca se ve precisaba a la lucha por un sistema que le garantice el suministro de agua de forma segura y confiable.

Para Santiago, las dificultades también se agudizaron, por lo que luego de grandes jornadas de luchas se propone el Acueducto Cibao Central, que abastecería a ambas ciudades y a otras 80 comunidades.

En consecuencia, se necesitaba que para Moca, se construyera una derivación del Acueducto del Cibao Central, a los fines de que, si bien la toma fuera común para ambos pueblos, el tratamiento de agua fuese distinto y autónomo, dotando a Moca de una planta de tratamiento de agua propia.