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Esquizofrenia y su manejo

Según el Manual Estadístico de las Enfermedades Mentales (DSM-V), la esquizofrenia es una enfermedad mental grave que no se cura, la cual afecta la forma de pensar, sentir y actuar de las personas diagnosticadas con dicha enfermedad.

En tal sentido, los especialistas en higiene y salud mental sabemos, que las personas Esquizofrénicas tienen alterada su forma de pensar, distinguir si una cosa es real o es una fantasía; mientras que éstas no están la capacidad para resistir los comandos e instrucciones que dicen escuchar.

Como tal, “los primeros síntomas de la Esquizofrenia aparecen entre los 15 y 26 años de edad; mientras que, algunos niños de 5 años de edad, han debutados como esquizofrénicos para sorpresa de la Neuropsicología. En el caso del sexo femenino, la Esquizofrenia puede aparecer después de los 27 años de edad” (DSM-V).

Por su parte, los estudios realizados por neuropsicologos de las universidades de Cambridge y Harvard refieren, que la Esquizofrenia suele desarrollarse en tres fases: (1) premórbida o enfermedad existente antes de la aparición de una enfermedad mental; (2) prodrómica o síntomas que precede la aparición de una enfermedad; y, (3) psicótica o enfermedad que afecta la mente humana (DSM- IV y V).

Según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, cada una de las fases descritas en el párrafo anterior, se caracteriza por desencadenar determinados síntomas de la enfermedad, cuyos avances deterioran o desequilibran la función dopérmica del cerebro humano.

En tal sentido, existen varias hipótesis que indican que la Esquizofrenia se debe a los problemas neuroquímicos cerebrales, los que genera síntomas psicóticos debido al exceso de la actividad dopaminérgica cerebral del organismo humano.

Como se sabe, el término dopaminérgico es utilizado por los especialistas en higiene y salud mental, para describir las sustancias que incrementan la actividad dopérmica en el cerebro. Además, dicho término es utilizado para “describir las estructuras cerebrales que se encuentran relacionadas con la actividad fundamental de la dopamina” (DMS-IV).

Por su parte y según los resultados de varios estudios neuropsicológicos realizados por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la Esquizofrenia no es producto de un factor o gen único, sino que dicha enfermedad se transmite por la herencia de un número de genes de efecto menor, así como la participación de un gen de efecto mayor de herencia recesiva” (Estudios de la OMS realizados por Risch, 1990).

Asimismo, varios estudios sobre la Esquizofrenia realizados por la Sociedad Española de Psiquiatría encontraron, “que la enfermedad podría desencadenarse durante o después del consumo de drogas, especialmente el cannabis, seguido por la cocaína que produce pensamientos del tipo paranoide altamente peligroso” (Sociedad española de psiquiatría, 1998).

Como hemos podido observar en el cuerpo de este artículo, “la Esquizofrenia es una enfermedad mental grave que debe ser manejada por profesionales en higiene y salud mental experimentados, cuyo equipo debe estar integrado por un Médico-Psiquiatra, un Psicólogo clínico, un nutricionista y un personal de enfermería capacitado en el manejo de personas esquizofrénicas” (Reportes de las investigaciones de la OMS, 2001-2020).

No obstante y según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, los esquizofrénicos tienen una mala salud física y metabólica, incluyendo colesterol malo alto, hipertensión arterial, desnutrición y obesidad en muchos casos, lo que provoca diversos tipos de trastornos metabólicos que deben ser manejados por profesionales conocedores de estos tipos de trastornos.

Además, sabemos que, “los esquizofrénicos presentan un desequilibrio de las químicas del cerebro, asociadas con la serotonina y la dopamina. Como se sabe, la serotonina y la dopamina, son los neurotransmisores que permiten la estabilidad psicoemocional de los seres humanos, facilitando que las células nerviosas del cerebro se envíen mensajes y se comuniquen entre sí” (DSM-V).

Según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, cuando las células cerebrales tienen dificultades para comunicarse entre sí, se producen alucinaciones, delirios y trastornos graves del pensamiento y el comportamiento, lo que afecta el sistema psicomotor del organismo humano, provocando a su vez, incapacidad física y mental de las personas esquizofrénicas” (DMS-III y Sociedad de Psiquiatría de los USA, 2023).

Por su parte, si las personas esquizofrénicas dejan de usar los medicamentos que les han sido indicados o, los usan de forma irregular, éstas corren el riesgo de experimentar alucinaciones y delirios episódicos, impulsándolas a cometer hechos atroces de forma inconscientes, lo que representa un peligro para sus familiares, sus cuidadores y sus vecinos.

Finalmente, los familiares y los cuidadores de las personas diagnosticadas con un cuadro agudo de esquizofrenia, deben estar atentos a los cambios bruscos que éstas experimentan y, de inmediato, poner en marcha, las medidas recomendadas por el profesional y/o los profesionales en higiene y salud mental que las asisten.

“La esquizofrenia es un trastorno mental que no se cura, no una doble personalidad” (ANONIMO).