Tributo a los periodistas que han dejado huellas imborrables en el camino de la comunicación de la provincia Duarte

Por Narciso Acevedo

San Francisco de Macorís. — En el corazón de la provincia Duarte, el tiempo ha trazado su curso, pero el legado de hombres y mujeres dedicados al arte de la comunicación sigue tan vivo como siempre. Un grupo de periodistas, veteranos y ya retirados, son el pilar sobre el que se ha construido la historia reciente de esta región.

Son ellos quienes, con su pluma brillante y su voz vibrante, han narrado la vida de un pueblo, documentando sus luchas, sus triunfos y sus penas.

Con gran admiración, quien esto escribe Narciso Acevedo rinde un solemne tributo a estos gigantes de la comunicación.

Con una experiencia forjada a lo largo de los años, figuras como Francisco Calderón Hernández, Nelson Abreu, David Emilio Díaz Valerio, Antonio María Jiménez, Bienvenido Calderón, Mario Rodríguez, Andrés Javier, Adriano Cruz y Rafael Acosta Núñez, continúan aportando su valioso conocimiento a la sociedad.

Su trabajo es un ejemplo de dignidad y decoro, un faro que guía a las nuevas generaciones de comunicadores.

​Un legado que trasciende el tiempo

Describo con emoción su privilegio de haber compartido la profesión con estos maestros, a quienes considero ejemplos de profesionalismo.

Con cada uno de ellos he tenido la gran oportunidad de compartir la más hermosa de las profesiones. Son estas personalidades, que todavía se encuentran entre nosotros, y aquellos que ya partieron, quienes han dejado una huella imborrable en el periodismo dominicano.

​homenaje póstumo es para aquellos que, desde la eternidad, siguen siendo recordados por su entrega incondicional, periodistas como Luis Fabio Goris, Aleida Fernández, Ricardo Rojas Espejo, Rafael Taveras, Adolfo Álvarez, Delcio Pérez, Julio César Holguín, Khury Pédro, Fernández Rodríguez y Rosalía de Fernández, entre otros, son recordados con profundo respeto.

Su memoria, y su legado, perdurarán por siempre en la comunidad periodística.

​Este reconocimiento a los auténticos periodistas de la patria, tanto a los que aún están como a los que nos han dejado, es un llamado a honrar su dedicación.

Son ellos, con su aporte inestimable, quienes han enriquecido la sociedad y han demostrado que la profesión de informar es un verdadero servicio a la gente.

Su legado es un recordatorio de que la verdad y el compromiso son la base de un periodismo ético y responsable.

Es necesario hoy más que nunca seguir el legado de esas estrellas de la comunicación real sin estridencias, pero responsable.

Franklin Santos: