Tres grandes desperdicios turísticos

No es verdad que nuestro destino turístico lo tiene todo. Lo que sí es verdad es que tenemos muchos atractivos que no son valorizados ni aprovechados con fines turísticos. Aunque presentes en nuestro subconsciente, les damos la espalda o no sabemos cómo usarlos. Tal es el caso con la bachata, los peloteros de Grandes Ligas y el Pico Duarte. Son activos de alto relieve que ameritan la atención de las autoridades turísticas para aprovechar su enorme potencial promocional y recreativo.

El MITUR acaba de anunciar el programa “Ritmo de la Costa” para celebrar el merengue y fomentar el “turismo local”. Este se celebrará desde agosto hasta noviembre en todo el territorio nacional.

Desconcierta que ni ese ministerio ni el de Cultura hacen suya la bachata, aunque esta sea actualmente el género musical más popular para nuestra población y el único que ha trascendido a todo el globo terráqueo. Parecería que existe un estigma de las elites sociales contra el gusto musical del pueblo llano, tal y como sucedió cuando surgió el merengue. Si Trujillo no lo hubiera impuesto el merengue hoy día sería un ritmo marginal.

Las autoridades, penosamente, se hacen cómplices al ignorar lo más popular. Esto así porque, aunque el merengue cuenta con gran simpatía entre la población, la preferencia mayoritaria de los dominicanos es hoy la bachata.

“El merengue todavía predomina en escenarios tradicionales y rurales, pero la bachata domina en espacios urbanos populares, turísticos y en ciertos bares temáticos.” El hecho de que existan lugares donde se baila solo bachata –como son Los Carrandales—y no existen homólogos para el merengue es la demostración más contundente del desaguisado. Y a nivel mundial son docenas los festivales de bachata que se celebran en diferentes partes del mundo (ver gráfico). Los turistas extranjeros que visitan nuestros resorts han sido el principal canal para esa mundialización.

La falta de utilización de la bachata, cual Marca Pais, para fines de promoción turística internacional continúa siendo un misterio desconcertante. El citado programa del MITUR luce más como una herramienta de proselitismo político. Pero si bien Ritmo de la Costa será sin duda un vehículo para el esparcimiento en las provincias donde se celebrará el evento, no menos cierto es que las mayores simpatías políticas se conseguirían con la bachata. Ambos géneros musicales son “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, pero parecería que la bachata se lleva la corona por destilar una sensualidad “más humana”. Google reporta que solo en nuestro país (Puerto Plata, Hard Rock Hotel y Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua) se celebran este año un Festival del Merengue, mientras de bachata hay docenas en el mundo entero (ver gráfico).

Desconcertante es también que nuestras figuras beisbolísticas no arriman el hombro con la promoción de la imagen de nuestro destino turístico. Hay que admitir que en el pasado se han hecho esfuerzos para lograrlo –siendo Ellis Perez quien hizo el mayor–, pero nada ha cuajado con carácter permanente. Hoy día nuestra participación en Grandes Ligas es extraordinaria: tenemos 89 peloteros y muchos de ellos son los más valiosos de sus respectivos equipos. Algunos de nuestros peloteros han alcanzado gran fama en nuestro principal mercado emisor de turistas (EEUU) por haber logrado los contratos mas grandes de la historia deportiva de la humanidad (Alex Rodriguez, Robinson Cano, Juan Soto) y las espectaculares hazanas de Sammy Sosa, Pedro Martinez y David Ortiz nos pusieron en ese mapa sin que Venezuela, Mexico, Cuba o Puerto Rico lo hayan logrado.

Aunque la mayoría de nuestros peloteros pasan la mayor parte de su tiempo en EEUU –porque la temporada de Grandes Ligas se inicia en abril y perdura hasta septiembre—casi todos mantienen sus lazos con el país. Muchos tienen casas en ambos países, patrocinan fundaciones benéficas y actividades deportivas y vacacionan entre nosotros. Pero lo que nunca se ha visto es que se involucren con los turistas que nos visitan. Resulta lógico suponer que su imagen proyectada en el mercado de EEUU y Canadá podría generar en sus fanáticos el deseo de visitar nuestro país. Pero ningún incumbente del MITUR ha intentado hacer esa ligazón. Parece que asumen que seria muy caro, pero algunos bancos nacionales si usan la imagen de algunas de esas estrellas para promocionarse.

Hay varias formas de usar su imagen en esos mercados. Las vallas publicitarias ubicadas en puntos estratégicos de la Autopista I-95 que recorre toda la costa este de EEUU, o en el subway de Montreal en Canada, llamarían mucho la atención. Pero tal vez la manera menos costosa de usar su imagen sea a través de las plataformas individuales de los peloteros, las cuales tienen cientos de miles de seguidores. De lo que podemos confiarnos es de que el sentimiento patriótico de nuestros peloteros ayudaría mucho a elaborar una estrategia de utilización turística de su imagen. Incluso se podría encuestar a ellos mismos para determinar los componentes de esa estrategia. No se puede seguir desperdiciando la oportunidad que representan para promocionar nuestra industria turística.

En cuanto al Pico Duarte habrá algunas reservas. Lo que no se puede ocultar es que la cima y sus aproximaciones constituyen algunos de los ecosistemas más prístinos y majestuosos con que cuenta el país. Se estima que unos 5,000 excursionistas suben anualmente, pero solo una fracción es extranjera. Quien escribe ha comprobado, con consultas en el exterior y a la inteligencia artificial, que la operación de un teleférico es perfectamente factible. La visita seria la experiencia recreativa mas atractiva para la población y se contarían por miles los extranjeros que saldrían de sus hoteles a experimentarla. Si también se opera en la cima una pista de esquí de nieve, algo igualmente posible para todo el año según expertos, nos convertiríamos en el único destino turístico del Caribe que ofrecería playa y nieve. Eso fortalecería significativamente la competitividad de nuestro producto turístico.

Si bien la inversión en el teleférico podría rondar los US$150 millones, no se propone que sea el Estado quien la haga. Las enormes perspectivas de alta rentabilidad ameritan que el gobierno monte una licitación internacional para una alianza público-privada que resuelva. Ambientalistas consultados no tendrían objeción a un teleférico, aunque si a una carretera.

Lo anterior resume solo tres grandes atractivos del país que esperan ser explotados para fines turísticos. Al MITUR le toca “ponerse las pilas” para así mejorar nuestro producto turístico y proyectar su imagen mas efectivamente.

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