Han transcurrido seis meses desde la trágica noche en que el centro nocturno Jet Set se desplomó, y para Patricia Ovalles, una de las sobrevivientes, el recuerdo de las siete horas y media que pasó atrapada bajo los escombros sigue siendo una herida abierta.
Ovalles, quien acudió al lugar para celebrar el cumpleaños de su amiga Milagros Guillén (fallecida junto a su esposo e hijo), compartió su intensa vivencia durante la misa conmemorativa ofrecida por el padre Rogelio Cruz.
La sobreviviente relató un momento de profunda introspección y fe en medio del caos.
“Pedí mucho perdón y sentía que estaba en un momento con el Señor, porque yo veía la luz a mi alrededor, como una limpieza espiritual,” expresó Patricia con notable aflicción.
Aquella noche de celebración y alegría se convirtió en la peor tragedia para los 26 miembros del Grupo Dorado de Haina presentes, de los cuales solo 14 lograron sobrevivir.
Ovalles recordó haber intentado avisar al merenguero Rubby Pérez, quien también resultó víctima mortal en el colapso.
Siete horas de súplica y despedida
Patricia nunca perdió el conocimiento mientras estuvo sepultada. El recuerdo más desgarrador es escuchar los gritos de auxilio de sus compañeros, que gradualmente se apagaban.
“Los golpes se pueden olvidar, pero lo que viví allá dentro no, porque escuché muchas voces de auxilio. Las voces se iban perdiendo porque iban muriendo,” relató con la voz entrecortada, señalando que solo pudo darle una bendición a una compañera, Isabel, que gritaba desesperadamente.
Con la pierna derecha adolorida y necesitando una transfusión de sangre, la única súplica de Ovalles durante esas horas fue que Dios le diera una segunda oportunidad para volver con su familia.
En un acto de desesperación, logró hacer una videollamada a su esposo para despedirse y rogarle que cuidara de su hijo y de sus padres.
Su plegaria fue escuchada. Patricia sobrevivió, aunque carga con secuelas físicas y emocionales, y el profundo dolor de haber perdido a su amiga y a otros 12 miembros del Grupo Dorado.
Misa en recuerdo y crítica social
La misa, oficiada por el padre Rogelio Cruz, reunió a familiares y sobrevivientes como cada día 8 del mes. Durante la homilía, el sacerdote utilizó la dolorosa tragedia para enviar un mensaje a la clase política dominicana, comparando la actitud de Jonás en la analogía bíblica.
“Así como Jonás hizo lo contrario a lo que debía hacer, muchos de nuestros políticos actúan de la misma manera,” advirtió el religioso, haciendo un llamado a la coherencia y la responsabilidad.
Entre lágrimas, flores marchitas y oraciones, los asistentes volvieron a unirse para honrar la memoria de quienes perdieron la vida en uno de los eventos más dolorosos que ha marcado al país en los últimos años.