La Policía de Nicaragua capturó y luego liberó este domingo al pintor Alexander Cruz, quien había sido excarcelado en mayo pasado tras 5 meses de guardar prisión por haber participado en protestas contra el presidente Daniel Ortega, informó la Unión de Presos Políticos Nicaragüense (UPPN).

“La represión continúa y empeora, aproximadamente a las 04.00 horas (10.00 GMT) del día de hoy, Alexander Cruz fue nuevamente secuestrado por la Policía orteguista, exigimos su inmediata libertad”, destacó la UPPN en su denuncia a través de redes sociales.

Las razones de la captura de Cruz, en la ciudad de León, en el noroeste de Nicaragua, son desconocidas, aunque aparentemente están relacionadas con la crisis sociopolítica que vive el país desde el 18 de abril de 2018, según diversas fuentes.

El pintor fue liberado seis horas después, indicaron miembros de la UPPN, en sus redes sociales.

El ex “preso político” Byron Estrada afirmó que Cruz  fue “golpeado” mientras estuvo bajo custodia de la Policía Nacional.

La UPPN, que en su cuenta en Facebook había exigido la libertad “inmediata” del pintor, responsabilizó “al régimen de los Ortega Murillo” por cualquier cosa que le sucediera “a nuestro hermano de lucha”.

La Unión de Presos Políticos Nicaragüense ya ha denunciado en varias ocasiones del asedio que mantiene la Policía sobre más de 600 “presos políticos” enviados a sus casas entre febrero y junio, bajo diferentes medidas carcelarias.

En diciembre pasado, cuando fue capturado por primera vez, Cruz estuvo varios días desaparecido, hasta que la Policía informó que lo tenía bajo su custodia.

Tras participar en protestas contra Ortega, las autoridades acusaron a Cruz de los delitos de “crimen organizado, secuestro, robo con intimidación, extorsión, lesiones, daños agravados y tenencia ilegal de armas de fuego”.

Inmediatamente después de su captura en diciembre, diversas organizaciones opositoras advirtieron de que Cruz era un “preso político”.

Su condición de “preso político” le permitió al pintor ser excarcelado el 30 de mayo pasado, como parte de un acuerdo entre el Gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que el Ejecutivo cumplió parcialmente, ya que no otorgó libertad definitiva, según la contraparte no gubernamental.

La crisis sociopolítica de Nicaragua ha dejado unos 326 muertos en 14 meses, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cifra que organismos locales elevan a 594, frente a 200 reconocidos por el Gobierno.

La CIDH sostiene que el Gobierno de Ortega ha cometido crímenes “de lesa humanidad” en el marco la crisis.