Pedro Martínez está tan seguro sobre las posibilidades de que David Ortiz llegue al Salón de la Fama como lo estaba de que poncharía a Karim García: no hay duda.

“¿Qué si David es un hall of famer (inmortal de la MLB)?”, preguntó Martínez. “Él es un inmortal”.

Mientras Martínez puede no estar listo para ver al “Big Papi” retirarse, él subraya estar en paz al saber que es una decisión que su ex compañero tomó por sí mismo.

“Él fue quien tomó el tiempo para irse. No sé si me hubiese gustado que él se fuera este año, quizás uno más así que él pudiera separarse de cualquier duda de convertirse en un inmortal en su primera aparición en las boletas. Es lo único malo, pero solo David sabe dentro de sí cómo se siente y por qué está haciendo esto. Por más que amemos el béisbol, las otras cosas que van fuera del terreno también tienen influencia. Quizás David está cansado de lidiar con otros temas fuera del juego. No estoy diciendo que es la verdad, pero tú nunca sabes”, dijo Martínez a Justin Barrasso de Sports Illustrated en Boston.

“Después de que perdí a mi padre, perdí un poco de interés. Quién sabe qué está pasando con David, pero le deseo lo mejor. Todos estamos tristes porque él se va, pero todo el mundo tiene un tiempo y el béisbol sigue”.

Los fanáticos de los Yanquis pueden estar en desacuerdo, pero “¿quién es tú papi?” tiene muchos significados diferentes cuando se trata de la camaradería de Martínez y Ortiz, quienes fueron compañeros entre 2003 y 2004 en Boston.

“Estoy orgulloso papá. Él tiene mucho respeto por mí que puedo decir que soy casi como su padre. Estoy extremadamente feliz que este momento haya llegado (y) haya encontrado a David en buena forma, en buena salud, y, afortunadamente, está realmente seguro de su decisión”, explicó el tres veces ganador del premio Cy Young.

“Yo no estaba seguro cuando lo hice. Pero una vez llegué a casa y recibí un gran abrazo de mi familia y (pasé) tiempo con mi familia, estaba seguro que no quería regresar. Solo espero que ocurra lo mismo con David, que esté bien con eso, y aprenda cómo salir. Eso fue lo más duro de ajustar y tuve que hacerlo. Los primeros dos años realmente fueron difíciles, así que espero que él no lo extrañe mucho”.