Santo Domingo .-La necesidad de aplicar una reforma fiscal para mantener el ritmo de crecimiento y garantizar la estabilidad macroeconómica es un consenso compartido por diversos sectores sociales y productivos, sin embargo, la resistencia a ser tocados por los ajustes fiscales es clara.

Recientemente el Gobierno presentó un proyecto que busca recaudar más de 110 mil millones de pesos para financiar inversiones clave en infraestructura, educación y salud.

No obstante, sectores como el turismo, la industria, comercio y construcción han manifestado su firme oposición a cualquier ajuste que los afecte directamente.

El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada, César Dargam, ha asegurado que la reforma fiscal no debe generar preocupación ni afectar negativamente la estabilidad económica. Según Dargam, «una reforma fiscal no debe ser motivo de inquietud ni perjudicar el clima actual», haciendo énfasis en la necesidad de medidas cuidadosamente diseñadas para evitar impactos negativos en la economía.

Por otro lado, la Asociación Dominicana de la Industria del Cigarrillo expresó su preocupación ante la propuesta fiscal, la cual incluye un impuesto selectivo al consumo del 75 % ad-valorem y un arancel del 20 %. Estos cambios, según la asociación, provocarían un aumento insostenible en los precios, fomentando la desaparición de la industria formal y el crecimiento del comercio ilegal.

La Asociación de Industrias de la República Dominicana también ha mostrado inquietud, señalando que la propuesta parece tener un «sesgo antiindustria». Aunque no han emitido una valoración detallada, consideran que la reforma afectará negativamente a su sector.

La Asociación Dominicana de Zonas Francas reconoció la necesidad de aumentar la recaudación estatal para mejorar las inversiones, pero sugirió revisar la propuesta de gravar con impuesto sobre la renta a las operaciones de zonas francas.

Más diferencias

En el sector turístico, la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) advirtió que la reforma afectaría negativamente al turismo.

Su presidente, David Llibre, solicitó que se reconsideren las modificaciones para garantizar la atracción de inversión extranjera y el desarrollo de nuevos proyectos hoteleros. También propuso una mejora en la Ley de Fomento al Desarrollo Turístico (Confotur), de manera que se garantice la continuidad de las inversiones y, a la vez, se apoye la recaudación fiscal.

La Asociación Dominicana de Profesionales del Cine también se quejaron y rechazó la eliminación de los incentivos a la ley de cina afirmando que esto afectaría a un sector en crecimiento.

Además, la Confederación Dominicana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción rechazó la eliminación de exenciones fiscales para fideicomisos inmobiliarios debido a que esta medida podría frenar sector.

Desde el sector comercio, Iván García dijo que esta ley podría afectar las ventas del sector.

Forma

— Observación

La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios aunque reconoció la necesidad de reforma, advirtió que el proceso no ha seguido los principios de integralidad, equidad y consenso de la Estrategia Nacional de Desarrollo.