Por: RCC Media - 15/05/2024
Redacción Internacional.- Una víctima de bullying termina con un final trágico. Sammy Teusch, un niño de 10 años de Indiana que se quitó la vida después de ser acosado implacablemente en su escuela, según su familia. Sus padres afirman haber levantado la voz al menos 20 veces en el último año, sin recibir una respuesta adecuada.
Sammy, un estudiante de cuarto grado en la Escuela Intermedia de Greenfield, sufrió acoso hasta la noche en que se suicidó el 5 de mayo. «Lo sostuve en mis brazos», relató su padre, Sam Teusch, a WTHR. «Hice lo que ningún padre debería tener que hacer, y cada vez que cierro los ojos, es todo lo que puedo ver».
El acoso comenzó el año pasado cuando Sammy estaba en la escuela primaria. «Al principio se burlaban de él por sus gafas, luego empezaron a burlarse de sus dientes. Duró mucho tiempo», explicó su padre. «Lo golpearon en el autobús escolar, y los niños le rompieron las gafas y todo».
A pesar de las múltiples quejas presentadas por sus padres a la escuela, el acoso persistió. «Llamé a la escuela y les dije: ¿Qué están haciendo al respecto? Cada vez empeora más y más», afirmó Sam Teusch, quien asegura haber alertado a la institución aproximadamente 20 veces.
La falta de una respuesta efectiva por parte de la escuela resalta un problema grave en la gestión del bullying. El superintendente del distrito escolar, Dr. Harold Olin, declinó ser entrevistado por WTHR, dejando muchas preguntas sin respuesta sobre las medidas que se tomaron, o no se tomaron, para proteger a Sammy.
El caso de Sammy Teusch subraya la urgente necesidad de implementar y reforzar políticas efectivas contra el bullying en las escuelas. Es imperativo que las instituciones educativas escuchen y actúen sobre las preocupaciones de los padres y estudiantes para prevenir tragedias como esta.
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