Una novena cubana dispuesta a extender al principal torneo regional el prestigio mundial de que goza su béisbol será el primer rival de los Gigantes del Cibao en su debut en la Serie del Caribe el próximo martes a la 1:05 p.m. en el mítico estadio Hiram Bithorn de la capital puertorriqueña.

Desde el primer pitcheo hasta el resultado final el choque estará lleno de hechos inéditos, tanto para los nordestanos como para los Vegueros de Pinar del Río, ya que para ambos marcará el estreno en el clásico, que inició en 1949, pero que cesó en 1960, y cuando se reanudó una década después, los de la mayor de las Antillas no regresaron hasta 2014.

Pero desde que se alzó con la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, el béisbol cubano busca levantar un torneo de prestigio, y ha asumido el certamen de Bonrinquen como vitrina. En noviembre pasado ganaron los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.

De hecho, la decisión de la federación cubana de incluir a 18 integrantes de la selección nacional en el conjunto que jugará el torneo de Puerto Rico no fue bien recibida por los seguidores del elenco del oeste de la isla.

“Este es un equipo de Cuba, más que de Pinar del Río. La filosofía es siempre ganar juego a juego y combatir. Hay que tener siempre presente lo que representamos, que es a Cuba. Desde el punto de vista de unión, el colectivo tiene un gran estado de ánimo, muy buen sentido de pertenencia y muchas ganas de combatir. Hay mucha conciencia de la responsabilidad, porque sabemos que es un evento muy fuerte y así se han preparado”, sostuvo Alfonso Urquiola, técnico del conjunto, a la prensa de su país.

Los quisqueyanos, que descansarán en la jornada inaugural del lunes, volverán al ruedo el miércoles a la 1:05 p.m. contra los venezolanos Caribes de Anzoatégui; el jueves se medirán a los mexicanos Tomateros de Culiacán a partir de las 7:30 p.m., y cierra su participación en la fase regular el viernes contra los boricuas Cangrejeros de Santurce (7:30 p.m.). El sábado serán las semifinales y el domingo la disputa del título.

Yulieski Gourriel, referente obligatorio del conjunto, también cree que esta vez la historia será diferente con relación a 2014, cuando las Naranjas de Villa Clara apenas ganaron uno de los cuatro partidos que disputaron y terminaron en el sótano.

“Es un equipo muy diferente. El año pasado prácticamente llevamos un equipo casi inexperto y muchos de los jugadores prácticamente no habían participado nunca en un evento internacional. Y fueron con muy pocos refuerzos. Era la primera vez que participábamos en un torneo como éste, y no teníamos mucha información. Ahora tenemos la experiencia del año pasado, y el equipo se reforzó mucho mejor comparado con el pasado año”, dijo Gourriel, quien milita en la liga japonesa.

Además de Alfredo Despaigne, otro bate de respeto es el recio jardinero derecho Frederich Cepeda, que jugó en los Clásicos Mundiales de 2006 y 2009.